Columnistas

DF Conexión Asia | TLCs: necesarios, pero no suficientes

Andrés Bórquez Coordinador Programa de Estudios Asiáticos, IEI U. de Chile 

Por: Andrés Bórquez | Publicado: Martes 5 de marzo de 2024 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Andrés Bórquez

La política comercial chilena lleva tres décadas de apertura posicionando al país como una fuerza exportadora, sobre todo en los sectores minero, alimentario y forestal. Uno de los pilares de esta política ha sido la negociación de Tratados de Libre Comercio (TLC) dentro de los Acuerdos económico–comerciales (AEC) que ha suscrito el país y, de hecho, Chile es uno los países que más ha firmado estos instrumentos, con una red de más de 30 tratados.

Los grandes números han mostrado resultados prominentes. El 95% del comercio chileno se concreta con los socios comerciales y se estima que el comercio exterior genera más del 17% de los empleos chilenos. No obstante, los resultados reflejan una realidad compleja al realizar una mirada más desagregada. Se tiene que el valor exportado por Chile es explicado por pocos productos, pocos destinos, un número discreto de empresas, y concentrado en productos primarios de bajo valor agregado.

“El acceso a los mercados y su respectiva reducción de aranceles por sí solo no está siendo la respuesta para asegurar y complejizar nuestra canasta exportadora”.

En efecto, 10 destinos y 10 productos dieron cuenta del 81% y 63%, respectivamente, del total exportado en 2020 pese a que en los tratados tenemos liberado el acceso a partidas de más de 1000 productos. En tanto, el porcentaje de las exportaciones totales que concentra el 1% de las empresas más grandes fue de un 74%, y el 93% de los productos enviados al exterior fueron materias primas y manufacturas basadas en recursos naturales.

De este modo, los TLC son necesarios, pero no suficientes. El acceso a los mercados y su respectiva reducción de aranceles por sí solo no está siendo la respuesta para asegurar y complejizar nuestra canasta exportadora. A esto hay que sumarle que estos instrumentos requieren ser reformados para que funcionen en un escenario internacional más complejo (superar el ISDS, reformas al régimen de patentes y asegurar políticas pro-desarrollo a las IED). Disputas geopolíticas, un sistema multilateral débil y securitización de las cadenas de suministro son parte del panorama actual. Esto lleva a cada vez más países a tomar acciones para proteger y promover sus intereses en ultramar.

Existen instrumentos alternativos de cooperación económica internacional como son las Asociaciones de Desarrollo y Asociaciones Estratégicas. Estos mecanismos que se utilizan activamente en la cuenca asiática del Pacifico, centro gravitacional del comercio actual, permiten la articulación entre el comercio y el desarrollo, incluyendo la posibilidad de dar nuevos impulsos a la diversificación y búsqueda de transferencia tecnológica.

Sin embargo, se requiere una mirada más estratégica a la hora de establecer socios y al momento de la negociación, por ende, es necesario una interacción más dinámica entre los diferentes actores estatales y un diálogo integral con el sector privado, dejando en claro que el comercio va en función del desarrollo y el interés nacional y no al revés.

Es necesario dejar de poner toda la atención en un solo instrumento y que las autoridades puedan ir ocupando los escasos recursos que disponen para enfrentar los nuevos desafíos del comercio global.

Lo más leído